Aceite de oliva
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Elaceite de olivaextra virgen promueve labuena circulación cardiovascularporque contiene propiedades antiinflamatorias. Estudios indican que seguir unadieta mediterráneay consumir aceite de oliva extra virgen a diario puede reducir, a la mitad, el riesgo de padecer problemas renales, así como retrasar los efectos cuando ya se padece la enfermedad.
Pescados ricos en omega-3
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Consumir pescados ricos enácidos grasos omega-3es otra arma para combatir los problemas renales. Los compuestos que se encuentran en elsalmón salvaje, la caballa, las anchoas, las ostras, los mejillones, el arenque, las sardinas, la albacora, el rodaballo, el bacalao y el pargo evitan la inflamación crónica y retrasan el progreso de la enfermedad renal.
Claras de huevo
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Los huevosson una buenafuente de proteína, pero las personas con enfermedades renales deben evitar la yema porque contiene altos niveles de fósforo. Una buena alternativa es consumir las claras de huevo. Puedes usar las claras hervidas en ensaladas de vegetales o pastas, o preparar tortillas con tus vegetales favoritos.
Bayas
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Una fruta que nunca debe faltar en tu refrigerador es la fresa. Las fresas (bajas en calorías), los arándanos, las frambuesas y las moras son bajas en fósforo y potasio. Más importante aún, las bayas son ricas en antioxidantes quereducen la inflamación crónicaque normalmente se asocia con las enfermedades renales.
Uvas rojas
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¿Te gustan las uvas sin semillas? Pues te estás perdiendo de una fuente nutricional. Resulta que la piel y las semillas de las uvas rojas contienen numerosas propiedades curativas gracias a su gran contenido de antioxidantes y resveratrol, un compuesto poderoso que ayuda a lasalud cardiovasculary renal. Recuerda comprar uvas con semillas, aunque te cueste un poco más de trabajo comerlas, son más saludables y económicas.
Cebolla
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Las cebollas no solo añaden un sabor delicioso a los guisos y ensaladas, sino que también son una fuente de antioxidantes poderosos que promueven la buena salud cardiovascular y previenen la inflamación crónica. Son bajas en sodio, potasio y fósforo, así que son excelentes para cuidar de tus riñones.